martes, 31 de octubre de 2017

MANCHADOS DE SUS PROPIAS CAQUITAS.

"Buscando a Wally". 

"Buscando al Puigmamont".

Con los calzoncillos y braguitas manchados de sus propias caquitas (el miedo es libre, y hay quienes lo cogen con egoísmo desmedido, a puñados) la canalla separatista el expresidente y cuatro de sus consejeros, puestos los pies en polvorosa, han salido a uña de caballo; melena al viento, en busca por el centro de Europa, del amparo de los flamencos. 

Si es que además son tontos; mira tú (que será que en la mitad sur de España no hay flamencos; si por haber, los hay hasta en su mitad norte), seguro que por la soleada tierra de María Santísima, con toda facilidad encontraría algún cantaor flamenco capaz de cantarles una flamenca Soleá, una dura Caña, una suave media granaína, o unos rítmicos Martinetes sobre el yunque.

Hoy he  recibido por conducto directo desde el diario La Vanguardia, de Barcelona, en la pantalla del ordenador, esta noticia hace unos minutos.

(¡Que nadie a busque a los cobardes

que ya han aparecido!)

O sea (que bochorno mamá) que lo de los flamencos iba por Flandes y no por lo folclórico; simplemente se trataba de solicitar asilo en Bélgica, como refugiados por persecución política. Si serán ignorantes; ninguno de los países de la Unión Europea, y España es uno de ellos, tiene en sus establecimientos penitenciarios presos políticos.

Mal camino ha iniciado el Puigmamont y sus exiguas huestes, al irse a Bruselas para desde allí insultar a España. Los insultos de una boca cobarde llena de mierda no hieren. ¿Quien va a escuchar a un sin cojones que huye como una rata, para no responder de su responsabilidad?. Al teniente coronel, don Antonio Tejero, le ofrecieron escapar al extranjero, pero es que un guardia civil tiene los cojones muy bien puestos para aceptar esos tratos. Por eso son guardias civiles; si no, seguro que serían políticos, como los que a él, y a otros gloriosos militares, les embarcaron en aquella chunga travesía.

Al Puigmamont y a sus variopintas hordas que gilipollearon con "la butifarrada proclamación de la Republica Catalana", 

les ha pasado como a aquel que se empeñó, siendo una piltrafa humana, en tener relaciones sexuales con una mujer, diez veces "Top" que, le dijo ¡no! las cincuenta veces que el memo le solicitó. Lo que sí consiguió fue que el marido le "moldeará" la cara a puñetazos.

Es lo que les viene a salvar; España no tiene un buen marido que la cuide  y proteja adecuadamente.
Siempre sería necesario, aunque sea con este sistema democáquito, un partido decente, de esos que los gilipollas nos llaman fachas o franquistas, capaz de salir a dar "un repaso", a quienes osan faltarles a España y a los españoles al respeto que se merecen.

Para dejar bien sentado el tema territorial, el gobierno de la nación debería recuperar las puntas de las  riendas del carruaje y solo dejar que las comunidades las sostengan, para tener la capacidad de ser tensadas por las manos del gobierno de la nación cuando los caballos se desorienten o se encabriten. Como ahora; los muy cabríos.

Eloy R. Mirayo.

No hay comentarios: