lunes, 1 de abril de 2013

HEMOS PERDIDO POR GOLEADA.

La decadencia comienza desde el instante en que se pierde la capacidad de evolucionar.

¿Es posible que haya alguna duda de que ese mal sea el que actualmente aqueja a España? Se confirmó el presagio de los “fachas”. Los españoles que vivimos bajo el mandato de los gobiernos del generalísimo Franco, somos quienes tenemos suficientes elementos de juicio para contrastar situaciones tan diferentes como son, las que vivimos en aquel pasado y la que nos están haciendo vivir en este desesperante presente. El resultado del análisis entre esas dos realidades es que el “cambio”, no ha sido a mejor, como cabría esperar de todo lo que se quiere cambiar, sino a mucho peor, si es que a “aquello” se lo quiere tildar de malo, valga la perogrullada.

Admitiendo que nada ni nadie es para siempre, hay que aceptar que después de, vienen otros tiempos y otras circunstancias; pero eso no justifica que esos tiempos y esas circunstancias, tengan obligatoriamente que ser peores, simplemente por el hecho de ser distintas, como es en este caso que el mal, en vez del bien, nos está afectando, a casi todos los españoles.

El cambio ha sido a peor, porque absolutamente todo es peor que fuera durante la “dictadura franquista”. Ni siquiera ha mejorado la Democracia el sentimiento y disfrute de la libertad -aunque la estén continuamente usando como caballo de batalla-, en la que vivíamos la gran mayoría de los españoles que hoy, tan en precario tenemos, atacada por todos los lados por el terrorismo y la delincuencia ordinaria, que no respetan vida ni hacienda. A los españoles este “cambio” ha hecho que se nos cayeran hasta los palos del sombrajo ¡Tan ilusionados que estaban algunos!; el respeto a las instituciones franquistas, que guardamos sin sacrificio la mayoría de los españoles, con el discurrir diario de las nuevas instituciones, empezando por la monarquía y terminando por la municipal, se ha convertido en el doloroso sentimiento de estar sometidos a los desmanes lujuriosos, económicos y de todo orden de unos “señores” nacidos para fraude; gentes a quienes parece que les retiraron de la teta de donde mana la ética, la decencia y la honradez demasiado pronto; antes de tiempo. De igual modo que debieron hacerlo de la teta de la cultura.

Los nuevos tiempos, a quienes hemos bebido las aguas sin cloro, nos extraña que los “nuevos” se conformen con tener una justicia, en minúsculas, mediatizada por los bajos intereses, individuales y de partido, de los políticos en el Poder, en detrimento las más de las veces del noble motivo de ser de la Justicia: la defensa de la razón. De la misma forma nos es extraño que se avengan, sin aspavientos, a lo que ha acontecido con sus ahorros, en las cajas de ahorros y en los bancos. Lugares atrapados por los políticos para enriquecerse y con lo que les sobra, que sigue siendo mucho, financiar a los partidos donde militan, calco exacto de las partidas de bandoleros de las serranías andaluzas, de añejos tiempos.

Uno por uno de los puntos en que se basa la vida del individuo, haciendo desapasionadamente la comparación, con el “cambio”, España y los españoles decentes y, hasta los medio-decentes que entre ambos somos la mayoría silenciosa, hemos perdido por goleada.

1 comentario:

ansiadalibertad dijo...

Don Eloy, sin pedirle permiso antes, me he permitido postear esto suyo como aderezo de lo último en mi blog.

Siempre estoy a tiempo de quitarlo siguiendo sus deseos, aquí o allí (vendré a ver)

En todo caso, un saludo
http://ansiadalibertad28012013.blogspot.com.es/